Método sencillo para meditar.

espirituExisten muchas formas de meditar, de la misma manera que se puede meditar en cualquier sitio, siempre dependerá de nuestra capacidad para abstraernos del mundo que nos rodea y de lo entrenados que estemos para poder concentrarnos en cualquier circunstancia. Para empezar a meditar es conveniente hacerlo facilitándonos un poco la tarea, evitando fuentes de distracción y de aburrimiento, hasta que poco a poco vayamos adquiriendo la destreza suficiente para meditar donde se nos antoje o necesitemos. A continuación describiremos un método muy sencillo para adentrarnos en el arte de la meditación.
Lo primero que debemos hacer es procurarnos un lugar lo más tranquilo posible, donde nadie nos moleste durante el tiempo que estemos meditando, y donde la luz sea más bien tenue. Si nos ayuda para concentrarnos, podemos poner de fondo una música suave (sin letra, sólo música) a un volumen bajo. Es conveniente llevar ropa holgada, que nos permita estar cómodos y no nos dificulte estar sentados y respirar con comodidad. Una vez sentados, puede ser en una silla o en el suelo, pero sin apoyar la espalda (excepto si tenemos algún problema físico que nos impida mantener la espalda recta), comenzamos a respirar con calma, suavemente, haciendo varias inspiraciones profundas, relajando nuestros hombros, con las manos apoyadas sobre las piernas, sin cerrar los ojos y fijando muestra mirada en un punto que quede por debajo de la línea de los ojos (podemos encender una vela y fijar la mirada en su llama, siempre a suficiente distancia de nosotros como para que no nos moleste su resplandor). Como ya hemos explicado en otro artículo de esta página, el objetivo más importante durante la meditación es dejar la mente en blanco, pero no nos desesperemos si acuden a nuestra cabeza pensamientos de todo tipo, es normal cuando no tenemos mucha experiencia; no luchemos contra esos pensamientos, dejemos que vengan y se vayan. Utilizar un mantra (frase que se repite constantemente) puede ayudarnos a evitar que nuestra mente nos distraiga demasiado, puede servirnos cualquier frase corta y de mensaje positivo (por ejemplo, "yo estoy tranquilo y relajado"); incluso esta frase, al haberla interiorizado durante la meditación, nos puede ayudar a sentirnos tranquilos al recordarla en un momento determinado de la vida cotidiana. El tiempo que dedicamos a meditar es variable, depende de cada uno, de lo que necesitemos en cada momento, puede ser desde cinco minutos hasta media hora. Aprender a meditar requiere de disciplina y de constancia, por tanto es recomendable que nos acostumbremos a hacerlo, cuando comenzamos a practicar este arte, todos los días a la misma hora.