Polen.

El polen es un conjunto de granos diminutos contenidos en las anteras de las flores, cada uno de los cuales está constituido por dos células rodeadas en común por dos membranas resistentes. Es recogido por las abejas para su alimentación por su alto valor nutritivo, y para el hombre tiene unas aplicaciones que son enormemente beneficiosas.

Propiedades del polen.

• Es una sustancia antitóxica, bactericida y antiséptica.
• Regenera la flora intestinal, regulariza por ello las funciones digestivas, y estimula el apetito
• Equilibra el pH de la sangre, favorece los fenómenos hematoglobulares.
• Protege el funcionamiento del sistema nervioso.
• Aumenta la inmunidad del organismo frente a las infecciones, ayuda a prolongar la juventud y podría inhibir algunas formaciones cancerosas.
• Regula el funcionamiento del hígado; este efecto se debe a su elevado contenido en metionina, aminoácido esencial, y a que actúa sobre la actividad de la lipasa de los triglicéridos aumentando la actividad enzimática.
• El polen tiene efecto inhibidor sobre inflamaciones con edema.
• Sus componentes más importantes son las proteínas, en particular es importante la diastasa, que regula y activa los procesos vitales del organismo. Por esa razón podemos comparar la acción del polen y de la jalea real, ambos proporcionan una sensación de gran energía y euforia.
• Los efectos específicos sobre hombres y mujeres se deben a la presencia de hormonas. Es conocido que las hormonas vegetales no tienen efectos colaterales, no producen inconvenientes y poseen la sorprendente facultad de regular las secreciones de las glándulas endocrinas. Por eso es el único nutriente conocido beneficioso para la próstata, su uso regular rejuvenece este órgano glandular masculino si se toman diariamente unos 25 gramos (una cucharada colmada).
• De igual forma, su uso aumenta la potencia sexual y se ha demostrado que es efectivo para los casos de impotencia de origen nutricional.
• En las mujeres es útil para la frigidez, sobre todo si se toma mezclado con jalea real y miel.
• En estados depresivos y en ansiedad ayuda a restablecer el equilibrio emocional si se toma regularmente.
• Ejerce una acción reguladora de las funciones intestinales en los enfermos que padecen de estreñimiento crónico, o, por el contrario, en las diarreas crónicas de origen interno, resistentes a los antibióticos.
• En el caso de los niños anémicos, el polen provoca una elevación rápida de la tasa de hemoglobina en la sangre. También produce un rápido incremento del peso y de las fuerzas en los convalecientes.
• Otros usos medicinales son su valor para reducir la tensión arterial, así como para mitigar el insomnio.

En resumen, el polen tonifica, estimula, reequilibra y desintoxica el organismo. Una última recomendación, para que el polen se digiera correctamente es conveniente masticarlo bien y no ingerirlo entero.